Estas funciones, pertenecen a la parte del cerebro, que rige el sistema autónomo de vida y creación, en cambio la mente consciente se usa para apreciar este mundo y el milagro de la vida.
En el mundo actual, la vida está llena de presiones, que provienen de todos lados. Recordamos el día que perdimos algo o alguien, un retraso que hizo que llegáramos tarde al trabajo, aventurarnos a lo desconocido. Aunque estos sucesos se resuelven, reaccionamos con nerviosimo a lo incierto y lo que se nos escapa del control.
De modo que la próxima vez, tomamos precauciones para controlar que no vuelva a pasar y dominar la situación. Quien busca la perfección, debe aceptar el hecho, de que siempre habrá incertidumbre en todo. Lo que un día fue, quizás hoy ya no sea. Lo que un día estuvo contigo quizás mañana ya no esté. A pesar de que no es agradable la incertidumbre, todos nos hemos beneficiado de ella una y otra vez, en las personas que conocimos en su día, maestros inesperados que nos enseñaron algo nuevo, en las personas que nos brindaron oportunidades, hablar con un desconocido que nos abrió nuevos horizontes, sentir una corazonada y tomar otro trayecto descubriendo algo nuevo o encontrándonos con alguien. El punto es, que todo lo que visualizamos para el futuro, es cierto, es probable. Nuestro futuro no consta de una situación concreta, sino, de muchas situaciones posibles y éstas se ramifican a partir del momento presente y de una intención clara de QUÉ queremos hacer, dejando el CÓMO al Universo, permitiendo que nos sorprenda y con la seguridad de saber que todo es posible.
La vida de todo el mundo es así y sólo nuestro falso sentido del control, nos hace creer que podemos imponer orden, sobre lo que en realidad, es imprevisible. Si logramos aceptar el flujo de la vida y ceder ante él, habremos aceptado la realidad y solo cuando la aceptamos, vivimos en paz, espontaneidad y alegría, de modo que el orden, es la otra cara del caos y el caos, es la otra cara del orden. El orden humano está hecho de reglas, el orden del Universo fluye con la naturaleza de la vida y es continuo. La realidad que apreciamos y experimentamos, muchas veces, es el resultado de nuestras expectativas. Hasta que no creemos algo, no lo vemos.
Vemos, vivimos y describimos, cada uno bajo nuestro código y filtro de lo que es real y lo que esperamos encontrar y no, de lo en realidad hay. Así, los seres humanos caminamos por la vida, con lo que esperamos ver, oír, tocar, sentir. Cada experiencia vivida se basa en la continuidad, que la alimentamos con nuestra energía, intención, emociones, consciente o inconscientemente. La gran mayoría de situaciones se nos escapan de nuestro control. Si logramos ver y aceptar, sin ninguna expectativa concreta, nada de lo que damos por hecho, seria real. Nuestro mundo es como una prisión, impuesta por el propio ser humano para controlarnos los unos a los otros. Todo lo que concibe la mente humana es limitado. Nos han enseñado que lo mío termina dónde empieza lo tuyo, que tu libertad termina, donde empieza la libertad del otro y la realidad, es que todo es infinito, ¿Quién determina dónde empieza y dónde acaba?
La realidad es como un ave delicada, que tiembla en tu mano y si la retienes por mucho tiempo, muere.
Para avanzar sugiérete una probabilidad....Y SI... y experimenta los resultados!!
1 comentario:
Dejarse fluir por el orden del universo.... en ello estamos.
Mil besos de color.
Mónica Osuna.
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