Terapeuta facilitadora de tu propia salud y bienestar. Crea armonía en tu cuerpo y en tu mente.

Mi foto
Playa Blanca, Lanzarote, Spain
Titulada en: Reflexoterapia Podal, Masaje Tuina,Reiki, Coach Transpersonal, Master en PNL, Kinesiología Holística Emocional, Acupuntura Zonal, Auriculoterapia, Cromoterapia y Aromaterapia. Teléfono de contacto 679 800 267

26 feb 2014

Juanjo Zadel: Multiorgasmo

Juanjo Zadel: Multiorgasmo: ."El secreto de una buena relación es casarse con el otro sin divorciarse de uno mismo"
Antoni Bolinches




Y de autodivorcios está el mundo lleno ¿no creéis? Al menos yo veo tantos... Y cada vez más. 

¿Tan difícil será estar con alguien sin dejar de ser uno mismo? Seguramente sí. 

Aún recuerdo cuando yo me callaba algo que me molestaba de mi pareja para no contrariarla o para conseguir que siguiera pensando que yo era encantador. O para no parecer un repelente. Pero al final me destrozaba por dentro, me peleaba conmigo mismo en una lucha encarnizada hasta que agarraba a mi autoestima por el gaznate y la apretaba y la apretaba y la apretaba hasta que caía al suelo inconsciente, casi sin aliento y a punto de morir asfixiada, la pobre.

Ahora, hace tiempo que ya no me callo. En mi lista de prioridades vuelvo a estar en la posición número uno de mi ranking. Pero el resultado, paradójicamente, siguió siendo el mismo. Bueno, casi el mismo. Tanto antes como ahora estoy sólo, con la diferencia de que ahora no me siento mal. Al contrario. Estoy feliz. Valoro por encima de todo mi bienestar físico, mental y emocional y mi soledad.

Eso no quiere decir que no haya momentos en los que eche de menos compartir mi vida con alguien. Pero nunca más a cualquier precio. Tendrá que ser alguien que me acepte como soy sin tener que controlar lo que digo, lo que siento, lo que hago o cambiar mi manera de pensar, de creer, de estar o simplemente de ser. 

Ya no me preocupa qué debe estar pensando la otra persona de mi. ¿Le gustaré? ¿Le estaré dejando de gustar? ¿Pensará que soy tal? ¿Que soy cual? Mira, te guste o no te guste, éste soy yo y esto es lo que hay. De la misma manera que no pienso hacerme un injerto de pelo en mi preciosa calva o no me voy a teñir de rubio o de pelirrojo sólo para conseguir gustarte más tampoco voy a dejar que me avasalles con tus desprecios, o que me cortes al hablar cuando a ti te parezca, o me impongas tu verdad sobre la mía o que no me prestes atención cuando hablo. No. 

Y es que claro, el precio a pagar por no autodivorciarse es muy caro para algunos (según dicen): terror pavorosamente temido a la soledad. 

Lo que llegan a aguantar algun@s pobres por no perder a esa persona que ni les quiere, ni les respeta, que no hace nada por ell@s y que en el fondo no merece la pena, pero que, simplemente, ya les vale con tal de no estar solos. Y es entonces cuando, sin darse cuenta, empiezan a apretar el cuello de su propia autoestima: “Si es que le quiero.” Apretón. “Si en el fondo me quiere.” Apretón. “Si es muy buena gente.” Apretón. “Se merece otra oportunidad más.” Apretón. 

Entonces entiendo que todo vale ¿no? ¿Incluso sacrificar hasta lo más preciado de uno mismo? por…… ¿el amor? NOOOO. Ése es el error. Que no se engañen, lo sacrifican todo por la soledad. Si no se sintieran sol@s no estarían con esa persona a la que le aguantan tantas vejaciones emocionales. Aunque, la verdad sea dicha, en muchos casos, l@s propi@s ejecutor@s son completamente inconscientes y carentes de maldad e intencionalidad en el daño que están causando. 

Y es que, en el fondo, esa persona no está haciendo ni daño ni nada, es uno mismo quien se lo hace al permitir ciertos comportamientos por encima incluso a veces hasta de la propia dignidad. El problema es cuando ese ser “amado” es considerado como lo mejor que uno puede llegar a conseguir y se aferran a él como si la vida les fuera en ello. ¡Apretón! 

No nos engañemos. El amor no es malo. La soledad no deseada sí. 

Cuando hay amor entre dos personas, cada una piensa en ser feliz. Porque solamente cuando uno es capaz de ser feliz por sí mismo, es entonces cuando podrá estar feliz al lado de otra persona feliz y podrán compartir todas esas cosas buenas y esas cosas malas que ambos tienen, pero siempre desde la felicidad y el amor bien entendido y no desde la dura necesidad de no sentirse sol@.

No, mira ¿sabes qué te digo? que paso de ti. Que yo me merezco a alguien mucho mejor que tú. Porque me merezco que me prestes atención, que me mires a los ojos cuando te hablo. Que tengo unas necesidades sexuales, unas necesidades emocionales, unos deseos, unas ilusiones y unos retos. Que valgo mucho más de todo lo que tú me aportas y me valoras en estos momentos. Así que por mucho apego que tenga hacia ti, por muchos sentimientos encontrados y por muchos hábitos contraídos contigo, con tu entorno y con el mío, yo soy a partir de ahora mi prioridad y mi felicidad, estés tú a mi lado, esté otra persona o esté yo sólo. ¡He dicho!

Os aseguro que llegar a pensar, a decir y sobretodo a creer lo que os acabo de escribir en este párrafo anterior es algo más que un orgasmo. Es un multiorgasmo! tanto para el corazón, como para el ego, para la esencia y hasta para el alma de cualquier persona. Es el boca a boca para aquella pobre autoestima, la que estaba medio ahogada y asfixiada tendida en el suelo.

Si un orgasmo es “la descarga repentina y repetida de toda la tensión sexual acumulada durante el ciclo de la respuesta sexual resultando en contracciones musculares rítmicas en la región pélvica,” no sé a qué estás esperando para descargar repentina y repetidamente toda tu tristeza emocional acumulada durante el ciclo de la relación sentimental resultando en contradicciones personales rítmicas en la región mental. 

Vuelve a creer en tus pensamientos. Da respuesta a tus necesidades e ilusiones como persona. Vuelve a escucharte, a sentirte, a quererte, a valorarte, a re-animarte y a reestablecerte en aquella primera posición del top 10 de cosas importantes para ti, a aquella posición que nunca debiste abandonar, ni por miedo a la soledad, ni por él, ni por ella, ni por nadie.

Dicen que rectificar es de sabios. Pero desde el punto de vista del crecimiento personal este axioma es al contrario. Me hago sabio porque rectifico. 



No hay comentarios: